Claro, puedes pasar un día lluvioso en la Columbia Británica encerrado en una acogedora cabaña viendo una tormenta por la ventana. O puedes entretenerte adentro, por ejemplo, explorando un gran museo.
Pero, ¿qué pasaría si simplemente sales corriendo, levantas las manos hacia el cielo y disfrutas de la lluvia?
Advertencia: te mojarás. Pero con las actividades correctas, el entrenamiento, el equipo adecuados y la actitud correcta, valdrá la pena. Aquí te damos 5 maneras de abrazar genuinamente a la lluvia en la Columbia Británica.
SURF
Surfeando al norte de Vancouver Island. Foto: Steve Fines
“¿De qué estás hecho? ¿De azúcar?” Como lo señala la tienda de surf de Tofino “Surf Sister” en su página de Preguntas Frecuentes: un poco de lluvia no debería impedirte surfear, de todos modos te vas a mojar en el mar. De hecho, “la lluvia es a menudo ideal para surfear, ya que generalmente significa que el viento sopla en alta mar y es el mejor viento para surfear”. Así que ponte un traje de buceo, llévate a un amigo y corre como niño hacia el océano. (Por supuesto, anteponiendo la seguridad.)
Mientras que Tofino y Ucluelet son lugares de visita obligada en Vancouver Island, en la Columbia Británica, otras áreas también ofrecen oleajes en invierno. En la zona norte, la playa de, Haida Gwaii es una buena opción de surf con playas sin gente y paisajes espectaculares.
BUCEO
Hay un mundo completamente nuevo bajo el agua en la Columbia Británica. Foto: Seaproof.tv
Cuando estás a 15 m debajo del agua, la lluvia es irrelevante. En caso de que te lo preguntes, las temperaturas del agua en la Columbia Británica varían de 7 a 10.5° C durante el invierno y de 9 a 15° C en el verano. No temas, un traje de buceo te mantendrá abrigado. La visibilidad es aún mejor en invierno, en ocasiones alcanzando más de 30 m en algunos lugares.
¿Que puedes ver? Pulpos gigantes, anguilas lobo, tiburones de peinetas, corales blandos, enormes esponjas de nube, inmensas gorgonias rojas… El mismo Jacques Cousteau dijo que la Columbia Británica tenía “el mejor buceo de aguas templadas del mundo y el segundo lugar sólo después del Mar Rojo.”
La mayoría de las tiendas de buceo ofrecen lecciones de buceo y un buen lugar para principiantes es uno de los muchos sitios de buceo a los que se tiene acceso desde la costa en Victoria, Nanaimo, Campbell River, Sunshine Coast y Vancouver. Los buceadores más avanzados querrán explorar embarcaciones naufragadas incrustadas de vida marina; el BC Wreck Trek Passport organiza un circuito desde Vancouver.
BAÑANDOSE EN EL BOSQUE
Apreciando el bosque en Mt Revelstoke National Park. Foto: Ryan Creary
No lo llaman “baño” de bosque (forest “bathing”) por nada y hay muchos beneficios que absorber junto con la lluvia. Traducido del término japonés shinrin-yoku, el forest bathing es una combinación entre caminar y hacer meditación que dicen, promueve la buena salud. La intención es disminuir la velocidad y observar los alrededores e interactuar con el bosque, usando todos tus sentidos. Siente las mejillas, contempla la belleza de una gota de lluvia sobre una hoja y aprecia la textura del exuberante musgo verde.
La Columbia Británica tiene muchos lugares donde puedes practicar el forest bathing por tu cuenta. Si estás buscando una práctica guiada, Nature with Haida ofrece caminatas guiadas de terapia forestal en Sunshine Coast. Desde su base en Parksville, en Vancouver Island, Pacific Rainforest Adventure Tours lleva a los huéspedes a un suave paseo a través de un bosque fuera de lo común con árboles ancestrales y plantas nativas. La compañía trabaja con Tigh-Na-Mara Seaside Spa Resort & Conference Centre como parte de su Paquete Reconnect.
CANOTAJE Y KAYAK
Viaje en canoa por Lelu Island, Chris Ridler de Outer Coast Outfitters explica cómo algunas de las Primeras Naciones han usado tradicionalmente el alga de toro. Foto: Andrew Strain
Prince Rupert es uno de los lugares más lluviosos de la Columbia Británica, pero eso no impide que sus residentes salgan a mojarse. “Nuestro clima es tan suave que incluso si está lluvioso, puedes disfrutar de las mismas actividades durante todo el año”, dice April Link, co-propietaria de Outer Coast Outfitters, una compañía de aventuras al aire libre con sede en la ciudad al norte de la Columbia Británica. La clave es vestirse apropiadamente; a los que viven en climas lluviosos les gusta decir que no existe el mal tiempo, solo la ropa inadecuada.
Para algunas personas, la lluvia hace que la experiencia en la naturaleza sea aún más íntima. Por ejemplo, en un reciente viaje en canoa por Lelu Island, la guía de Outer Coast puso una carpa en la playa e hizo un hoguera, creando un refugio seguro y acogedor.
Para aquellos que quieren probar sus habilidades, Outer Coast está desarrollando una serie de talleres de habilidades de supervivencia al aire libre que enseñan a las personas a buscar comida, construir un refugio y encender un fuego. Como señala Link, “es un desafío mucho mayor hacer un fuego bajo la lluvia que en buenas condiciones”. ¿Quién quiere ser el héroe en su próximo viaje de campamento?
GUARDA-FAROS
Las tormentas pueden ser dramáticas en Fort Rodd Hill y Fisgard Lighthouse National Historic Sites en Victoria. Foto: Parks Canada
Los faros han ofrecido esperanza a los marineros durante siglos y aquellos que los resguardan no se alejan de las inclemencias del tiempo. Puedes encontrar más información sobre lo que es ser un guardián de faros en Fort Rodd Hill y Fisgard Lighthouse National Historic Sites cerca de Victoria. En un audio tour, puedes aprender sobre las personas que han hecho historia en el faro más antiguo de la costa oeste de Canadá desde 1860. En el interior, puedes jugar juegos pasados de moda que los guardianes de faros solían jugar para pasar el tiempo, así como videojuegos modernos que prueban que tan bien podrías conducir un timón del siglo XIX hacia el puerto.
En el exterior, puedes salir a la lluvia para ver cómo se elevan las águilas calvas y observar grandes garzas azules en la costa, junto con focas, leones marinos e incluso nutrias de río. El Garry Oak Learning Meadow cobra vida con flores silvestres de las lluvias de primavera. Y por supuesto, captura olas rompiéndose en los acantilados cercanos para subirlas a Instagram: hay una razón por la que este pintoresco lugar cuenta con un faro.
Ten en cuenta que si bien el parque está abierto todo el año, durante la temporada baja, el faro y los edificios históricos solo abren los fines de semana; consulta los horarios aquí.
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