Del bosque a las Rocosas: Valles y viñedos

Siempre es mejor empezar un viaje con el estómago lleno, y Vancouver es una ciudad donde se toma muy en serio eso de comer y beber bien. Prueba los mariscos frescos del Océano Pacífico, visita los coloridos puestos de Granville Island y degusta cervezas de las cervecerías y destilerías artesanales; la gran variedad gastronómica de la ciudad va desde pequeños restaurantes familiares de dumplings de Richmond hasta restaurantes con estrellas Michelin del centro. 

La tierra fértil del Valle de Fraser se extiende al este de la ciudad, a lo largo de la autopista Trans-Canada Highway 1. Ahí, las granjas, enmarcadas por las cordilleras de la Costa y Cascada, te dan la bienvenida para que pruebes sus productos más frescos, como las moras que tú puedes recolectar, el maíz de Chilliwack y los quesos de las granjas lecheras locales.

Cerca de Hope corre el caudaloso Río Fraser, que es el más largo de la Columbia Británica y es muy significativo. Ofrece paisajes impresionantes, alberga una de las mayores concentraciones de salmón del mundo, tiene profundos lazos culturales con las naciones indígenas como los Sto:lo y los Nlaka’pamux, y jugó un papel histórico fundamental en la Fiebre del Oro en la Columbia Británica.

Desde los bosques de la costa hasta la desértica y semiárida ciudad de Osoyoos, este tramo del viaje muestra lo diversos y sorprendentes que pueden ser los paisajes de la Columbia Británica. La ciudad de Hope, enclavada entre las montañas densamente arboladas, es donde el paisaje empieza a cambiar drásticamente. La autopista Crowsnest Highway 3 serpentea entre las montañas, abriendo valles para dejar entrever los lagos, antes de llevarte a la siguiente curva. Los paseos de senderismo en el  Parque Provincial de E.C. Manning pueden llevarte a una pradera alpina de flores silvestres, y un poco más allá, a la antigua ciudad minera de Princeton, la cual te recibe con senderos aún más pintorescos. 

No mucho más allá de Princeton, las montañas dan paso a un verde campo de tierras de cultivo: A Keremeos en el Valle de Similkameen, se le conoce como la capital canadiense de los puestos de fruta, y junto a huertos repletos de fruta hay viñedos famosos por su tierra única, sus bodegas de vino de calidad y su compromiso con las prácticas sostenibles y ecológicas.

El Valle de Okanagan se extiende desde Osoyoos hasta más allá de Vernon. Esta parte del viaje te da la oportunidad de disfrutar de sofisticados vinos, sabrosos manjares, experiencias culturales y del descanso al aire libre. 

En Osoyoos, el único desierto semiárido de Canadá, los colores pasan del verde brillante al salvia y luego a un anaranjado polvoso. El Centro Cultural del Desierto de Nk’Mip es un lugar estupendo para aprender más sobre la sabiduría y las prácticas indígenas locales, así como sobre el singular paisaje local. Este moderno centro está construido en la ladera de una colina, dentro de una gran zona protegida. La bodega de vinos Nk’Mip Cellars, una empresa de la banda india de Osoyoos, está situada justo al lado, en el Spirit Ridge Resort.

Okanagan es el centro de cultivo de uvas de la Columbia Británica, y la ciudad local de Oliver ha sido denominada la Capital del Vino de Canadá. Este lugar también es un punto de encuentro para los amantes de la gastronomía y el vino, quienes pueden explorarlo en carro, a pie, en barco o en e-bike. 

Baja cualquier exceso de gustos que te hayas dado practicando actividades que van desde el golf hasta pedalear por las antiguas rutas ferroviarias de Kettle Valley Rail, las cuales combinan la historia con las espectaculares vistas de los cañones, viñedos y valles. Además de los restaurantes frente al lago y el auge de la cerveza artesanal, la ciudad lacustre de Kelowna cuenta con un gran panorama artístico y cultural que se hace notar cada vez más. Al viajar hacia el norte a través de Lake Country y más allá de Vernon, estarás dejando atrás al Okanagan y entrarás en Shuswap, con lagos y ranchos a ambos lados de la autopista hacia Sicamous.

Tras subir por los Monashees hacia la cordillera Selkirk, te encontrarás en un terreno montañoso con el aroma limpio de las coníferas de color verde intenso y los lagos alimentados por glaciares. Tras pasar por Craigellachie, donde se puso el “último clavo” de las vías ferroviarias de Canadian Pacific Railway, llegarás a Revelstoke, conocido por su encanto de pueblo pequeño, sus cafés y sus aventuras al aire libre. Explora sus bosques templados del interior, disfruta de sus vistas de 360 grados o relájate con una cerveza en un patio. “Revy” es también la puerta de entrada al Parque Nacional de Mount Revelstoke, con su espectacular ruta escénica Meadows in the Sky Parkway y su abundante vida salvaje.

Rodeada por seis de los parques nacionales más notables de Canadá, la ciudad montañesa de Golden es un excelente punto de partida para explorar el Parque Nacional de Glacier y el Parque Nacional de Yoho, ubicados en el extremo occidental de las Rocosas canadienses. Estos parques ofrecen antiguos bosques de cedros, tranquilos lagos, senderos y cascadas. Entre las atracciones locales más conocidas se encuentran los yacimientos de fósiles de Burgess Shale de Yoho, los cuales existieron antes de los dinosaurios, y el Lago Emerald, cuyo color esmeralda le hace honor a su nombre.

Desde los fértiles valles hasta las cumbres nevadas, y desde colinas desérticas hasta los exuberantes viñedos, el viaje entre Vancouver, a orillas del Océano Pacífico, y las Rocosas Canadienses te brinda diversos sabores, paisajes y comunidades que conectan la costa con las cumbres montañosas.

 Por favor ten en cuenta lo siguiente: No olvides consultar la información para el acceso a los parques y averiguar cuáles son los parques o las zonas que requieren una reservación previa o si tienen otras condiciones en particular.